Aunque la regulación de este tipo de casos tiene su base en el Estatuto de los Trabajadores, las empresas demandan cada vez más la contratación de detectives privados por el abuso de algunos trabajadores ante estas solicitudes. Sus fines son otros: competencia desleal, creación de un negocio propio o dedicación al ocio. El Estatuto de los Trabajadores, en su artículo 46, reconoce dos tipos de excedencias: la voluntaria y la forzosa. En este sentido, los convenios colectivos califican de "especial" las situaciones de excedencia similares a la forzosa y derivadas de circunstancias no convencionales como el cuidado de menores o familiares o la maternidad.
Durante los últimos años, las investigaciones por fraudes -no solo en las excedencias, sino también en las jornadas reducidas- se han incrementado en un 21% y un 24%, respectivamente, según nuestra experiencia. Esto se debe a que muchos de los motivos alegados a la empresa por el trabajador no coinciden con los que son en la realidad. En este sentido, el abuso de estas acciones se produce cuando se detecta, por ejemplo, que se emplean para tareas de otro tipo. Competencia desleal, creación de un negocio o para dedicarse al ocio son los casos más habituales.
En relación con esto, no debemos olvidar que las compañías son, en todo momento, las máximas afectadas por este tipo de estafas. Desde nuestra experiencia hemos observado cómo muchas sufren pérdidas de competitividad, además de verse obligadas a llevar a cabo contrataciones innecesarias para suplir al trabajador que se acoge ilegalmente a esa excedencia o jornada reducida. El aumento de costes en la formación a otros empleados, así como la reorganización de la plantilla son otros de los contratiempos a los que debe enfrentarse la dirección de la empresa afectada. Tras esta problemática, la investigación llevada a cabo por los detectives es clave para que la pérdida económica a la que se enfrentan las organizaciones no desemboque en la quiebra de estas, y más en la situación económica en la que estamos inmersos en la actualidad.
Para llevar a cabo esta investigación, la misión del detective es comprobar si esas horas solicitadas por el trabajador son empleadas correctamente y con dedicación absoluta a la causa por la cual fueron demandadas a la compañía. Para ello, obtenemos las pruebas que, posteriormente si la organización así lo desea, podrán utilizarse ante un juez. Las empresas deben ser conscientes de que no están desamparadas ante estos tipos de estafas.
Sabemos que es más fácil prevenir que curar, pero no siempre es fácil establecer medidas preventivas en determinadas situaciones. Por eso, nuestro consejo es que estén alertas ante cualquier indicio.
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