A día de hoy, existen varias empresas en las que contratar a un detective privado. Las más comunes las podemos encontrar vía Internet, basta con buscar un poco por Google así como leer experiencias de otros usuarios que ya han contratado a algún detective privado.
La forma de contratar a un investigador privado es bastante simple, pues basta con contactar en alguna de sus páginas exponiendo el caso concreto que nos gustaría investigar, y normalmente se nos pasará un presupuesto y plan de actuación previsto.
Una vez aceptado éste, el detective privado empezará la investigación y nos mantendrá informados de todo cuanto acontece, entregando al final del seguimiento un informe confidencial y personalizado, con todo tipo de pruebas, y con la posibilidad de programar reuniones en caso de que tenga que haber demandas o juicios.
Muchas de las empresas que ofrecen estos servicios cuentan también con abogados profesionales, asesores laborales y economistas, para así lograr un asesoramiento más completo después de la investigación privada.
¿Cuánto cuesta?
Esta actividad suele ser bastante cara, siendo lo normal unos honorarios mínimos de 60 o 70 euros la hora, precios que pueden incrementarse en casos difíciles, o en casos en los que el detective deba desplazarse en vehículo privado, así como si tiene que utilizar elementos como cámaras ocultas o similares.
¿Qué sucede con la información privada?
En toda investigación privada por parte de detectives profesionales, se garantiza la total confidencialidad y tratamiento de los datos de los clientes, dado que así lo establece la Ley y la norma del Secreto Profesional en este tipo de profesiones.
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